Tu luna de miel es, posiblemente, el viaje más importante que vas a hacer con tu esposo/a. Puede ser el primer viaje o el más largo y costoso que hagan en su vida. Y es por eso que tal vez se están presionando muchísimo para que sea un viaje perfecto. Así que antes de hacer las maletas y subirte en un avión, primero hay que definir a donde quieren ir. Desde una playa con arena blanca o una experiencia de lujo en una ciudad, a continuación encontrarán 5 consejos que les ayudarán a acortar la lista interminable de alternativas a donde ir y decidir un destino que cumpla con las expectativas que cada uno tiene de esta magnífica experiencia.
Definan un presupuesto:
En un mundo perfecto, esto no debería ser un consejo (el dinero mejor invertido del mundo es el que destinas para viajar). Pero la verdad es que la mayoría de parejas disponen de una cantidad determinada de dinero para este viaje. El valor lo ponen ustedes, el punto es que determinen el máximo valor que quieren y están dispuestos a gastar en la luna de miel, así ambos están en la misma página con relación a gastos y a la realidad del presupuesto. Que no les pase que mientras el uno espera un presupuesto suficiente para un bungalow en medio de las islas Fiyi, el otro se sienta más cómodo en una casa linda que encontró en Airbnb.
Hagan una lista de prioridades:
Puede ser que uno de ustedes busque relajarse en una playa mientras el otro prefiera la onda de una ciudad. Tal vez uno quiera una experiencia de lujo y relax mientras el otro prefiere la aventura. A pesar de que puedan ponerse de acuerdo en el tipo de viaje que realizarán, a veces es difícil elegir un lugar que cumpla con la mayoría de sus prioridades o expectativas. Para empezar a definir el lugar, hagan de forma separada una lista del Top 10 de actividades que sí o sí les gustaría realizar durante su luna de miel y compárenlas, para ver si coinciden en algunos puntos o si están totalmente opuestos. Y aquí es cuando empieza el trabajo en equipo: Juntos decidan las prioridades top de su luna de miel y si no son las mismas, determinen un número definido de actividades para cada uno. De esta forma empezarán a definir los destinos que les den la oportunidad de cumplir con estas actividades que son su prioridad.
¿Buscan playas paradisíacas, aguas cristalinas, clima cálido y una cultura local única? México y el Caribe puede ser lo mejor de lo mejor. ¿Prefieren comida deliciosa y un buen vino, pueblitos encantadores y unos días de playa? Entonces Europa es el lugar (Francia, Italia, España, Grecia) ¿O un viaje inolvidable a un lugar completamente exótico y súper lejos de casa? Entonces un safari en Sudáfrica, un crucero por la Antártica o un viaje en carro por Mongolia serán las alternativas.
Con las debidas disculpas a la autora del artículo, obligadamente voy a tener que sumar mi propia sugerencia de destinos ya que valen un millón: playas paradisíacas y la fauna más impresionante en Galápagos, un tour por el centro histórico mejor preservado de América como es Quito, haciendas a más de 2000 msns en la sierra ecuatoriana, una experiencia de lujo, con la mejor movida nocturna en el gran Guayaquil y volver a la naturaleza, a lo básico con un tour por el Yasuní. Y claro, no puede faltar los mágicos lugares de Suramérica: Macchu Picchu y Cusco en Perú, Cartagena, Bogotá o Santa Marta en Colombia, Brasil es otro destino impresionante e increíblemente variado, ciudades cosmopolitas como Sao Paulo o una pequeña isla paradisíaca, y en el cono sur, Chile con sus nevados, Argentina con su movida cultural y gastronómica y la pequeña gran Montevideo. Sólo quien la conozca puede saber de lo que hablo.
Volviendo al artículo original, una vez que sepan sus prioridades, elegir el lugar será mucho más fácil :)
Piensen en cómo quieren pasar sus días:
Las parejas en ocasiones se obsesionan con un lugar en particular. Si tienes tu corazón fijo en un destino o resort pero no estás seguro de poder lograrlo (sea por tiempo o presupuesto) vuelve a la lista de prioridades, y piensa en cómo quieres pasar o disfrutar de tus días. Cierra los ojos y ubícate en tu luna de miel. Imagina tu día perfecto. ¿Estas paseando por un pueblito de calles de piedra, descansando en una piscina infinito o caminando a lo largo de la costa? Al final del día, estás ¿cenando en un restaurant local o en la terraza de tu hotel a la luz de las velas? ¿Tienes a tu disposición todo lo que necesitas para no tener que salir de este lugar, o te ves aventurándote en un carro o a pie para explorar los alrededores? Pensar exactamente en cómo serán sus días les ayudará a reducir todavía más las alternativas de destinos y descubrirán que las cosas que pensaste que eran de mayor importancia, ya no lo son tanto y viceversa, las que no eran tan importantes, ahora son una prioridad.
