Seguro tienes mil pensamientos en tu cabeza, un sinfín de sentimientos encontrados y la incertidumbre (normal) de no saber qué hacer.
Le he estado dando vueltas a la idea de escribir o no este post, pero creo que es necesario expresar ciertas cosas que de seguro están rondando por la cabeza de muchas parejas en estos momentos. En algún momento yo también fui novia en planes de boda, y sé que desde el momento en que te comprometes y fijas una fecha para el gran día, todas tus actividades y más de la mitad de tus pensamientos giran alrededor de ese día. Todo lo que hay que hacer, los invitados, el lugar, la ceremonia… parecería que lo único que quieres hacer es eso, ¡planificar tu boda! Le dedicas un montón de tiempo, imaginas escenarios, haces planes, revisas cotizaciones, te pruebas vestidos, puede que una que otra pelea por con tu familia o con tu novio también se presenten, pero al final todo se soluciona porque todos quieren lo mismo: llegar a ese día tan especial, celebrar su unión y empezar su proyecto de vida juntos. Si te detienes un momento a pensar fríamente, es EL evento de tu vida. Decir “sí quiero” no es algo que uno decide a la ligera.
Y por otro lado, tenemos una situación mundial sin precedentes. Ves en redes y en todas partes casos de una enfermedad que está presente, que nos ha llevado a confinarnos en nuestras casas para detener el contagio, que se está cobrando vidas y al mismo tiempo, deteniendo el normal curso de las nuestras. ¿Cómo seguir adelante con tu plan de boda, cómo celebrar mientras el mundo se descalabra? ¿Qué hacer frente a esta situación? ¿Cómo lidiar con esta tormenta? ¿Estaré loca por seguir pensando en mi boda?
¿Cómo afrontar esta situación tan extrema?
Primero y principal, ¡déjate sentir! Estrés, ansiedad, iras, frustración, tristeza, preocupación, ganas de pelear… y no te sorprendas que en este entramado de sentimientos aparezca uno llamado culpa. Sí, culpa de que tú estés pensando en tu boda mientras el mundo atraviesa una pandemia. Si lo sientes, ¡te abrazo sinceramente! A mi también me pasa y creo que eso es lo que nos hace seres humanos. Tómate un tiempo para sentirlo sin pensar en nada más. Esto es parte del proceso y sólo después que lo hagas, podrás seguir con el segundo paso.
Una vez que hayas llorado o gritado a los cuatro vientos tus sentimientos, es hora del segundo paso y enfrentar la realidad. Y tu realidad va a ser distinta dependiendo de en qué fase de la planificación estés y de dónde vivas. En términos generales y viendo el panorama, es mejor ir paso a paso y tomar decisiones sobre la marcha. Para pasar a la acción:
Conversa abiertamente con tu Wedding Planner: siempre tenemos un Plan B, a veces incluso un plan C. Puede que para esta situación en específico, no tengamos algo concreto, pero seguro hemos manejando situaciones extremas como son cambios de fecha, postergaciones y hasta cancelación de bodas. Si bien este es un caso único, en el que incluso las autoridades se han manifestado respecto a reuniones sociales, vamos a poner nuestro mejor esfuerzo y todo nuestro conocimiento a tu servicio.
Mantén comunicación con tus invitados: si tomas la decisión de postergar tu boda, comunícalo a tus invitados. Si ya enviaste tus invitaciones, puede comunicarles vía web el cambio y asegurarte de que todos sepan la nueva fecha. Tranquila, ellos van a entender.
Revisa los contratos con tus proveedores: varios de tus proveedores pueden tener en sus contratos cláusulas relacionadas a postergación o cancelación de la boda. Revisa uno a uno, en esto tu wedding planner también te va a guiar. En esta situación, lo que todos queremos es que tu boda se lleve a cabo, así que todos vamos a poner lo mejor de nosotros para que esto suceda. Puede que más tarde de lo que quisieras, ¡pero allá apuntamos todos!
Analiza Alternativas y Soluciones: si te quedas atascada en el problema no vamos a lograr mucho. Una lluvia de ideas junto a tu pareja y tu planner puede ser súper beneficiosa, así como también mantener una mente abierta para escuchar propuestas. Y tómalo positivamente. Recuerda que no hemos vivido nada parecido antes, pero todos queremos ayudar.
Céntrate en lo importante: y esto te va a sonar a consejo sentimental de abuelita, pero hay que decirlo. Lo importante es tener a esa persona lista y dispuesta a querer pasar el resto de su vida contigo. Lo importante es que puedas celebrar sin estrés y con seguridad, junto a tu familia y amigos cercanos. Lo importante es que encontraste ese alguien con quien hacer equipo, y que están juntos remando en el mismo sentido. Lo importante es la salud, emocional y física. Lo importante es su compromiso, sus ganas de seguir caminando por la vida de la mano.
Como les dije al inicio, estuve dándole vueltas al escribir sobre este asunto porque en realidad, en casi una década de negocio y más de tres de vida, esto que estamos viviendo no se puede comparar con nada. Este es un análisis desde mi yo: mi yo planner, mi yo optimista, mi yo esposa, mi yo mujer. Espero que este post sea un respiro, que algunas de ustedes encuentren al menos una pizca de alivio y sepan que todo esto nos hará más fuertes, más conscientes y más humanos.
Recuerda, todo pasará…
Comentarios